Vias lagrimales
Las vías lagrimales sufren como mayor alteración su obstrucción en algún sector de su trayecto por distintas causas congénitas o adquiridas (posterior a una conjuntivitis, alergia crónica, posterior a una lesión traumática o de causa desconocida)
Las vías lagrimales comienzan en los puntos lagrimales inferiores y superiores, se continúan con los canalículos hacia el saco lagrimal y desde allí por el conducto lacrimonasal desemboca en la fosa nasal.
Además del lagrimeo, otros síntomas por los cuales el paciente puede consultar son: secreción, inflamación del sector interno del ojo (dacriocistitis), conjuntivitis reiteradas, etc.
El tratamiento de las obstrucciones lagrimales son generalmente quirúrgicas y las técnicas varían según el lugar de la obstrucción, desde procedimientos simples (puntoplastía) hasta cirugías de alta complejidad (dacriocistorrinostomía – tubo de Jones).
En algunos casos el lagrimeo puede deberse al trastorno del funcionamiento normal de la vía lagrimal, y requerir tratamientos combinados para mejorar el síntoma.