La degeneración macular asociada a la edad (DMAE) es la principal causa de pérdida de la visión central en los mayores de 55 años. Impacta sobre la capacidad de ver lo puntual, que resulta de gran importancia para la lectura y la visualización de detalles finos. Su causa principal es el simple paso de los años: el envejecimiento, afirman los especialistas. Por eso, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que su prevalencia aumentará en los próximos años como resultado del envejecimiento de la población mundial. En la Argentina, hoy afecta a más de 100.000 personas.
En las personas con predisposición genética existen otros factores que, sumados al envejecimiento, pueden incrementar el riesgo de padecer la DMAE. Entre ellos, el tabaquismo, la hipertensión, el sobrepeso, la hipercolesterolemia, la enfermedad cardíaca y la exposición del globo ocular a los rayos ultravioletas del sol.
“En los últimos años las posibilidades de tratamiento que podemos ofrecer a los pacientes con DMAE han mejorado, en gran medida gracias a la utilización de medicamentos biológicos como el bevacizumab. Desarrollado originalmente para tratar distintas formas de cáncer, los oftalmólogos lo utilizamos desde 2006 con muy buenos resultados”, dice Daniel Benisek, médico oftalmólogo.
Recientemente, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) aprobó un tratamiento con bevacizumab para la DMAE. La aprobación de las autoridades argentinas se basó en la experiencia de uso “off-label” (fuera del prospecto) del bevacizumab por parte de los médicos.
Esa experiencia, respaldada por ensayos clínicos, llevó a organizaciones científicas como la Sociedad Argentina de Retina y Vítreo a indicar este tratamiento. Además, la OMS incluyó al bevacizumab en su lista de “medicinas esenciales” para la salud en su capítulo de terapias oftalmológicas.
Además de más efectivo, el bevacizumab es ocho veces menos costoso que otros tratamientos para el DMAE. “Durante años estuvimos detrás de esto, es un gran avance para los oftalmólogos. Para la OMS es un punto de partida, no la meta. Es muy positivo que sea de bajo costo y el paciente tenga acceso. Hay muchos estudios, incluso realizado en el país, que muestran que cuando en un medicamento el costo inhibe el tratamiento adecuado, el resultado no es bueno”, dice Fernando Suárez, vicepresidente del Consejo Argentino de Oftalmología.
“Este nuevo tratamiento fue producido con características especiales para uso intraocular y tiene un efecto muy superior al que ofrecen los otros bevacizumab, elaborados para uso oncológico. Esto permite que los pacientes cuenten con una nueva opción terapéutica que contribuye a mejorar su salud y calidad de vida”, agrega Benisek.
Fuente: Clarín